[Octubre 2013]

El curso pasado estuve disfrutando de una beca erasmus en Eslovenia. Una de las primeras actividades que nos tenía preparada la ESN de Maribor era un viaje de un fin de semana por los puntos más atractivos de Eslovenia.

El viernes salimos bastante temprano de Maribor con destino Bled. Para variar y acorde con su maravilloso clima, estaba lloviendo.  La primera actividad era ir con barquitas de remos a la isla de Bled, cosa muy atractiva cuando hace buen tiempo, lloviendo resulta más bien desagradable. Yo decidí quedarme en una cafetería con un grupito.

Justo cuando volvieron fuimos a comer. Comimos en un restaurante a la orilla del lago llamado Chilli Bar, el cual recomiendo, ya que las siguientes veces que he estado en Bled he ido allí.

Al acabar de comer subimos al castillo. Como recomendación a todo aquel que se tenga que pagar la entrada, no merece la pena. El castillo en sí no es muy bueno, lo único que sirve es para ver la vista del lago.

A unos pocos km de Bled está la garganta de Vintgar, un sitio muy recomendado para quien le guste la naturaleza. A su paso por allí, el río Radovna ha hecho un desfiladero, con pozas, cascadas y minirápidos. Todo el recorrido se va haciendo por pasarelas de madera y puentes, cosa que hace que te cobren entrada (4€ adultos) y que tenga un horario. En mi opinión, merece muchísimo la pena.

    

Desde allí fuimos a Kranj, donde dormimos. Allí lo único que vimos fue el bar del estadio de hockey, que está comunicado con el estadio, por lo que puedes pasar de estar en manga corta a necesitar abrigo mientras ves a los aficionados jugar.

El plan para el sábado era más cansado. Nada más levantarnos (lloviendo, por supuesto) fuimos al Castillo de Predjama (En esloveno «pred» es delante y «jama» es cueva, por lo que el nombre es bastante descriptivo). El castillo impresiona según estás llegando por la carretera y entras.
Si hay suficiente tiempo (y dinero!) no está mal la visita, pero si hay que prescindir de algo, es un buen candidato. El castillo está dividido en 2 partes, una parte antigua que da directamente a la cueva y un castillo del siglo XVI.

Cerquita del castillo están las cuevas de Postojna. Para cualquiera que haya visto una cueva karstica todas son muy parecidas. La particularidad de estas cuevas es la longitud que ha sido descubierta, que tiene una instalación de tren dentro y que vive allí un bichito, el proteus. Las cuevas (como todas) son carillas de visitar. Solo se puede entrar en grupos organizados, ya que se va con el tren. La visita a la cueva se hace guiada en grupos por diferentes idiomas, por lo que es una visita aconsejada aunque no se entienda inglés.
Ese día nosotros dormimos en Nova Gorica.
Para acabar de completar el viaje ese día fuimos a Stanjel, un pueblecito pequeño pero que tiene un montón de cosas que ver. Para los que os guste visitar pueblos y salirse un poco del recorrido turístico habitual, es un pueblo que merece la pena.

A la hora de la comida fuimos a Koper, que recuerda mucho a la arquitectura veneciana.

Después de comer nos fuimos a Piran, pasamos la tarde hasta que anocheció y volvimos a Maribor. Es una ciudad que también recuerda mucho a Venecia, salvo que no es tan turístico ni está tan cuidada. Eso repercute en que puedes comer a un precio muchísimo más razonable que Venecia. Como curiosidad, en esta parte de Eslovenia el italiano es también idioma oficial.