[Diciembre 2013/Enero 2014]

Qué hay mejor que unas navidades en familia? Esas mismas navidades en familia, pero viajando. El 30 de diciembre de 2013  nosotros cogimos un vuelo a Munich. Era la primera vez que estábamos en Munich, así que aunque fuera por la noche aprovechamos para ir a dar una vuelta por las calles más céntricas y probar una de esas cervezas que tienen tanta fama.

Como ciudad me pareció bastante agradable, pero monumentalmente hablando tampoco tiene mucho que ver. Así que por la mañana del día 31 nos fuimos hacía Grossmain, un pueblo austriaco en la frontera con Alemania. Está muy cerquita del parque natural Berchtesgaden, en Alemania. Así que nuestra tarde de nochevieja la pasamos visitando el lago de Königsee, en un paseo en barco (climatizado, claro). Al final del lago te dejan bajar (sí, a disfrutar del clima y del hielo) a ver una iglesia que hay en ese lado del lago. Es un sitio al que me gustaría volver en verano, ya que tiene muy buena pinta para hacer excursiones.

La cena de nochevieja la hacemos en el hotel de Grossmain. Al igual que en España fue un menú bastante abundante, aunque a las 19:30.

A la hora de las «campanadas» fuimos a Salzburgo, para vivir de verdad el año nuevo en Austria. Hacía unos -5ºC, por lo que te ves en la obligación de beber vino caliente mientras esperas a que entre el año nuevo.

La celebración en Austria consiste en pequeños conciertos en las calles y plazas para a las 12 en punto de la noche poner el danubio azul, pero así, sin campanadas ni nada que avise de que se ha cambiado de año. Y cohetes, petardos y muchos fuegos artificiales, como si la pirotecnia la regalaran.

Evidentemente, habiendo cenado antes de las 8 de la tarde y con ese frío no duramos mucho en la celebración de año nuevo.

Durante la mañana de año nuevo se hacen muchísimos conciertos a lo largo de todo el país, aunque el más típico sea el de Viena. Nosotros ese día lo dedicamos para visitar Salzburgo de día. Hacía 7 años que habíamos estado por allí, pero todo seguía más o menos como lo recordábamos. El castillo, las calles del centro, los jardines de sonrisas y lágrimas… Merece muchísimo más la pena pasar el día en Salzburgo que en Munich si existe la posibilidad.

El día 2 de enero nos fuimos en dirección a Bled, donde habíamos alquilado una casita al lado del lago. Aprovechando el viaje nos desviamos hacia St.Gilgen, un pueblito alpino con un lago. Pasamos la mañana por esa zona, yendo también a Hallstatt. La zona es muy bonita y merece la pena ir, el único problema es que al ser más conocido como turismo de montaña, los precios (al menos en la comida) son bastante abusivos.

Otra cosa mala de viajar en invierno es que los días son muy cortos, así que casi después de comer se ha acabado el día. Paseito nocturno por Bled.

El día 3 amaneció bastante soleado y sin mucho frío, pero los alquileres de barcas en el lago no estaban, solo estaba la posibilidad de ir con las barcas de motor y climatizadas. Otra cosa mala de viajar en invierno. En la garganta de Vintgar también afecta el invierno, ya que estaba también cerrada. Así que aprovechando que teníamos coche fuimos al lago de Bohinj, otro sitio precioso en Eslovenia que merece la visita, sobre todo si es en primavera o verano y el tiempo acompaña.

Ya por la tarde fuimos a Ljubljana, donde fue nuestra siguiente parada. Ljubljana es una ciudad estupenda. No es muy grande, por lo que se puede ir andando y no es tan pequeña como para que sea aburrida. Tiene una vida nocturna que no nos imaginamos para una ciudad tan pequeña. Los alrededores del río están plagados de terrazas (calefactadas en invierno) y raro es no encontrárselas llenas de gente. Para los más curiosos en LJ está también el barrio de Metelkova que es bastante curioso de visitar tanto de noche como de día. Podríamos decir que es completamente alternativo a lo que estamos acostumbrados.

El día 4 toco visitar Ljubljana. No era la primera vez que estábamos ninguno de nosotros, por lo que la visita fue bastante más relajada. Aparte del típico puente de los dragones, el puente triple y las calles más principales, aprovechamos para subir al castillo en funicular. El castillo fue la decepción más grande de todo el viaje. Resulta que está completamente reconstruido por dentro. Como sitio para casarse lo veo hasta bonito, pero como castillo para visitar, una mierda.
Al menos, en el propio castillo hay un museo de historia eslovena, un audiovisual sobre el castillo y se ven buenas vistas de la ciudad.

Para variar el tiempo no acompañaba, así que a media tarde nos fuimos para Zagreb. Lo bueno que tiene viajar a países más baratos que España (ojo, las zonas turísticas son igual o más caras) es que te puedes permitir dormir en hoteles más buenos. Por eso, esa noche dormimos en el Sheraton de Zagreb.  Siguiendo el mismo plan, vimos la mayor parte de Zagreb de noche. Es la capital del país, pero monumentalmente tampoco tiene gran cosa, en una tarde andando te da tiempo de ver todo lo importante de la ciudad. Sí que tiene iglesias bonitas, edificios históricos, pero no es para nada la ciudad croata más bonita.

   

Y ya desde Zagreb fuimos a Maribor, ciudad donde acabó mi viaje. Después de 8 meses viviendo en Maribor puedo decir que no me parece una ciudad bonita. Podría decirse que tiene mucho potencial, ya que tiene cosas que son bonitas, pero poco cuidadas. Eso sí, para vivir resulta una ciudad realmente cómoda, ya que es bastante pequeñita. Para los que les guste el ski, tienen pistas en la propia ciudad.

Notas:

– Las autopistas tanto en Austria como en Eslovenia usan un sistema de viñeta. Se compra en las gasolineras de la frontera y suelen tener duración mínima de 10-15 días.

– Croacia es de UE, pero no firmó Schengen, por lo que aún sigue habiendo frontera. También tienen moneda propia Kn y aunque esté cerca de Eslovenia hay muchos sitios donde no te aceptan euro (y el que lo acepta lo hace con tasas de conversión bastante beneficiosas para él).