10 de Abril 

El oasis empieza con Fanny viniendo a buscarnos a Gilbert y a mi en un cabify para ir juntos al aeropuerto.

Allí nos juntamos con todos los demás y cuando nos dan las tarjetas de embarque, confirmamos que había acertado con el destino y que nos vamos a Oujda (Marruecos). Vamos todos vestidos con la camiseta de la DT, en nuestro caso, la camiseta de central. 

El vuelo es cortito, poco más de 1h. Viene Dj Nano con nosotros y ya se convierte todo en una fiesta.

Cuando llegamos al aeropuerto, nos esperan con una alfombra roja y música. Pasamos inmigración, recogemos las maletas y salimos hacia los buses, porque vamos a Saidia, la zona de costa del norte de Marruecos, al lado de la frontera con Argelia.

Al llegar al hotel ya hay mucha gente ahí, del primer vuelo y también la gente que ha ido como staff. Nos reciben con una especie de charanga marroquí. Nos dan la tarjeta de la habitación, que comparto con María y vamos a soltar trastos y a comer algo. El primer chasco viene con la comida del buffet, que es francamente mala. Hay mucha variedad, pero no está muy allá. 

El resort no está mal, aunque está muy pensado para el verano, ya que tiene muchos espacios exteriores y el tiempo no acompaña en nuestro viaje. Han montado un escenario entre las piscinas, que hubiéramos disfrutado mucho más con calor. 

Nos juntamos con la gente de digital, incluyendo a Javi Fer como invitado. 

Después de comer, hay un dj en el escenario de la piscina, pero que tiene la música a un volumen bastante insoportable. Además, traen un par de chicas prácticamente desnudas a amenizar y un par de chicos en zancos. 

Después, han organizado una fiesta “chill” en la playa, en la que todos vamos vestidos con las crocs con calcetines y la sudadera del oasis. En el camino hacia la playa, ni siquiera tocamos la arena, está todo cubierto de alfombras. Allí han montado otro escenario, además de un montón de jaimas donde nos podemos resguardar del viento. Lo que más llama la atención es que hay “jaimas-baño”, que no deja de ser un baño químico con una tienda de campaña encima, pero es muy curioso. 

Además de la parte festiva, han traído camellos para hacerse fotos y los menos concienciados con el maltrato animal, subirse a ellos. 

De la playa nos vamos por tema de temperatura y porque dicen que había hamburguesas, pero nosotros no las encontramos. El resto de la tarde es libre, incluyendo la cena en el mismo buffet. 

Por la noche, antes de la fiesta, hacen un espectaculo de drones, que está chulísimo. Termina el espectaculo con unos chicos vestidos rollo neón robótico que nos llevan hacia el teatro.

Hay que ponerse estética festivalera, aunque esta gente no va a los mismos festivales que yo, así que me toca disfrazarme un poquito. La fiesta de la noche empieza con Les Castizos en el teatro. Afortunadamente, porque hace ya bastante frío, que con el viento y la humedad se nota más aún. En realidad, yo no paso prácticamente nada de tiempo dentro de la discoteca, me quedo en la puerta hablando hasta las 3 de la mañana que ya no aguanto más el frío. Al final, de esto van estos eventos también, de relacionarse con gente con la que no sueles tener mucho trato. 

11 de Abril 

Tras un desayuno un tanto insulso, porque hasta el café está frío, han organizado una gymkhana en la playa. Las olimpiadas SD. El día está bastante desapacible, con viento frío que no incita a quedarse mucho rato en la playa. Yo bajo, con los compañeros, pero no llego a participar en nada porque estoy muy a disgusto. 

Sin embargo, hay que reconocer que estaba chulo y bien montado. 

A cambio, vamos al bar a ver si conseguimos algo que se parezca a un café calentito para hacer tiempo hasta la hora de comer. Al terminar en la playa, hay una fiesta de la espuma en el escenario de la piscina, pero como ya decía, yo sigo helada como para mojarme… Qué distinto hubiera sido si hubiera hecho 10º más… 

Tras la comida, llega el momento convención de ventas. Nos meten a todos en el teatro de ayer, que han llenado de sillas.

Esto sí que es el espíritu de ventas. Además de la parte de promociones, también llega la parte de reconocer el trabajo bien hecho. Es increíble lo que esta gente logra y la forma de transmitirlo de todos y cada uno de los que salen a hablar. Orgullo de pertenecer a un equipo así. 

Un ratito después, tenemos fiesta flamenca, con Nolasco, Diego Carrasco y Antonio Carmona. Pese a que no son mi estilo para nada, he de decir que me parece lo más guay de todo. Además de tener un volumen normal, suenan muy bien. En mi caso, los escucho desde lejos, porque terminamos sentados en equipo resguardados del viento y conversando de todo un poco. 

Tras la fiesta flamenca, viene la cena de gala. Este año la temática es blanco y negro, así que todos elegantes y vestidos para la ocasión vamos a cenar. La cena estaba planteada para ser en el exterior, pero se ven forzados a cambiarla de sitio. Nos ponen unas mesas en recepción y cenamos allí. Al menos, no es buffet. Lo único malo, que tardan en servir las cosas muchísimo, tanto que empezamos a cenar más tarde de las 23 y a la 1 todavía no hemos terminado. Sin servir los pastelitos árabes, vamos saliendo todos para comenzar con el fin de fiesta. 

Empezamos con unos fuegos artificiales (que se mean en los de las fiestas de Santa en Ávila…). 

Yo en principio me iba a ir a dormir pronto, ya que con tanto pasar frío no estaba yo muy fina, además de que la electrónica no me entusiasma precisamente. Y a la tontería, me dejé liar para estar en la calle charlando hasta que terminó Dj Nano y me fui a la cama cerca de las 4…

12 de Abril 

Los que vinieron en el primer vuelo tienen que madrugar e irse prontito también. Los demás, tenemos que estar a las 12, así que desayunamos con toda la calma del mundo, hacemos las maletas y ya a las 12 nos movemos hacía los buses. Nos tienen un montón de rato esperando a que esté todo el mundo preparado, ya que el vuelo de Madrid y el de Barcelona salen prácticamente a la vez. Los autobuses vamos en convoy hasta Oujda, que nos paran en el zoco. Pasamos por la zona de frontera con Argelia, donde se ve una valla de alambre de espino y bastante presencia militar. No negaré que acojona un poquito. 

En el zoco donde nos paran hay varios sitios donde comprar recuerditos, más orientado al turista que al local, pese a que no es una ciudad turística. Al menos, una posibilidad de practicar un poquito de francés para regatear (en euros, of course). Compramos un montón de chorraditas y damos un paseo con el tiempo libre que nos dejan. 

Nosotras (+ Sergio) no estamos nada preocupadas, ya que el guía está con nosotros. Le preguntamos por el resto del grupo cuando echa a andar por el mercado y dice que no nos preocupemos, que estarán con otro guía. Nos lleva a la zona de las especias y la comida y es cuando nuestros compañeros empiezan a llamarnos al móvil, ya que llevan como 40min esperando por nosotras en el autobús… 

Al decirle que los conductores se están impacientando, ya nos lleva a los autobuses y nos vamos al aeropuerto. A todo esto, son las 16h y no hemos comido… Es al llegar al aeropuerto cuando nos dan una caja de picnic con un par de bocadillos, agua y una chocolatina. Nosotras nos organizamos para ir corriendo a los mostradores de facturación y así coger las tarjetas de embarque de las primeras y que no nos obliguen a facturar. Misión cumplida. 

Cuando nos dan la tarjeta, pone “hora de embarque: 16:30” y son las 16:35, así que corremos a los controles. En realidad, no tenía sentido, porque nuestro vuelo estaba previsto que llegara a Madrid a las 21, pero por si acaso… Los controles son la cosa más laxa que he visto nunca. No solo son separados por sexo, es que no tenían ni arco magnético. Nos dejan pasar con botellas de agua y no miran prácticamente nuestro equipaje… 

El control de pasaportes lo que es, es extremadamente lento. Nosotras (Maria, Fanny y yo) pasamos en unos 15min, pero Sergio, que se ha quedado comiendo y ha tenido que pasar por la fila de los hombres, tarda 50 minutos en pasar. Lo ideal en un aeropuerto, vamos. 

Ya en la sala de espera, parece que nuestro vuelo trae retraso en volver de Madrid. Lo increíble es que estaba más actualizado flightradar que las pantallas del aeropuerto… Y con tanta gente en la cola de pasaportes, el de Barcelona tiene que salir con retraso porque tiene que esperar. Benditos vuelos charter. 

Una vez en ruta, el vuelo es cortito, nos dan cacahuetes (casi lo más rico del viaje) y llegamos a Madrid con algo menos de 1h de retraso. It’s something. 

Conclusión: 

¿Y qué es el oasis? Un viaje increíble, con esa segunda familia SD, de los que se ganan el apelativo amigos por encima de compañeros de trabajo.

Ha sido un viaje corto, pero intenso. La compañía mola muchísimo y me encanta el equipo de trabajo que tengo. Securitas no sería lo mismo sin su (mi) gente. Pese al clima, a la comida y a que las actividades no fiesteras no han sido muchas, es un viaje para recordar y volvería sin dudarlo.